Y finalmente, perdí la batalla contra el estrés. Siento mucho haber estado ausente pero sinceramente, no tenía otra opción si quería conservar la poca cordura que me queda. De verdad me sabe mal, aunque confío en mí mismo para recuperar todas las faltas.
¿Qué mejor para volver al trabajo que una vuelta a mis orígenes de la fotografía, o al menos a principio de año? Los que seáis seguidores antiguos del blog reconoceréis este estilo mucho más banal y casero.
Ahora necesito fuerza, concentración y trabajo, mucho trabajo. Gracias a todos.
¡Hasta mañana!
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