Martes, 9 de abril de 2013.

Hoy, por mi cumpleaños, me apetecía hacer un repaso de mis quince años de vida. La primera foto está tomada con apenas 4 días de vida, y hasta hoy. Por mucho que cambie mi pelo o mi forma de vestir en cada fotografía, mis padres dicen que sigo siendo igual.
Quincena años es algo especial por lo simbólico. No me gusta demasiado la idea de hacerme mayor, pero lo cierto es que este año he empezado a notar cómo maduro tanto físicamente como intelectualmente.
Creo que el mayor regalo que puedo recibir en el día de mi cumpleaños es simplemente esto. Otro día más, haciendo lo que me gusta y rodeado por los míos.
No puedo dejar de agradecer que compartáis este trozo de mi vida que es mi blog. De corazón, gracias. Desde los días en los que alcanzo las 100 visitas hasta los que no paso de las 10, sé que hay alguien leyéndome en alguna parte, y eso me hace muy feliz.
Y poco más. Estando muy agradecido de teneros, me despido con la frase de siempre.
¡Hasta mañana!